Facebook puede anular posibilidades para el crecimiento y la realización personal
Cuando no estamos trabajando nuestra disciplina vacila y nuestra mente se disipa con mucha frecuencia. Puede que anhelemos el fin de la jornada laboral para poder empezar a gastar la paga y pasarlo bien, pero la mayoría de nosotros malgasta sus horas de ocio. Apartamos el trabajo duro y raramente nos embarcamos en aficiones exigentes. En su lugar, vemos la televisión o vamos a un centro comercial o nos metemos en Facebook. Somos vagos. Y después nos aburrimos y nos irritamos. Desconectados de cualquier foco externo, nuestra atención se vuelve hacia nosotros mismos, y terminamos encerrados en la cárcel de la conciencia de uno mismo. Mediante el «descubrimiento» estadístico de amigos potenciales, la provisión de botones de «Me gusta» y otras muestras «cliqueables» de afecto, más la gestión automatizada de muchos de los aspectos de las relaciones personales que consumen tiempo, quieren lubricar el proceso caótico de establecer relaciones. El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, c...