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Mostrando entradas de julio, 2012

Intelectuales y políticos

Es verdad que, en muchos lugares, la política es o se ha vuelto vil. "Lo fue siempre", dicen los más pesimistas y los cínicos. No, no es cierto que lo fuera siempre ni que lo sea ahora en todas partes y de la misma manera. En muchos países y en muchas épocas, la actividad cívica alcanzó un prestigio merecido porque atraía a gente valiosa y porque sus aspectos negativos no parecían prevalecer en ella sobre el idealismo, honradez y responsabilidad de la mayoría de la clase política. En nuestra época, aquellos aspectos negativos de la vida política han sido magnificados a menudo de una manera exagerada e irresponsable por un periodismo amarillo con el resultado de que la opinión pública ha llegado al convencimiento de que la política es un quehacer de personas amorales, ineficientes y propensas a la corrupción. Sin embargo, Muchos echamos de menos a algunos políticos de nuestra pasado más próximo, aquellas personas preparadas moral e intelectualmente para realizar la labor pol...

Estado, religión, inmigración, democracia

Es un gran error creer que un Estado neutral en materia religiosa y una escuela pública laica atentan contra la supervivencia de la religión en una sociedad civil. La verdad es más bien la contraria y lo demuestra precisamente Francia, un país donde en porcentaje de creyentes y practicantes religiosos -cristianos en su inmensa mayoría, claro está- es uno de los más elevados del mundo. Un estado laico no es enemigo de la religión; es un estado que, para resguardar la libertad de sus ciudadanos, ha desviado la práctica religiosa de la esfera pública al ámbito que le corresponde, que es el de la vida privada. Porque cuando la religión y el estado se confunden, irremisiblemente desaparece la libertad; por el contrario, cuando se mantienen separados, la religión tiende de manera gradual e inevitable a democratizarse, es decir, cada iglesia aprende a coexistir con otras iglesias y otras maneras de Reed, y a tolerar a los agnósticos y a los ateos. ....... La inmigración, en vez del incubo...