La vieja piedra Rosetta
Hace algún tiempo estuve en el British Museum y vi por primer vez el original de la piedra Rosetta, la que permitió a Champollion descifrar los jeroglíficos egipcios. Cuando uno mira esa gran piedra, con la escritura cuidadosamente labrada en tres tipos de escrituras y en tres lenguas (jeroglíficos según el antiguó uso egipcio, lengua demótica y griego clásico), se da cuenta de que esas palabras no se escribieron de corrido, como se escribe un tuit. Uno no va escribiendo sin cuidado las palabras que se cincelan en piedra. Los antiguos decían: "Verba volante, scripta manent"; el habla vuela, lo escrito permanece. Se labra un escrito en piedra, cuatro siglos antes de Cristo, para que hoy pueda leerse todavía en el pabellón principal del Museo Británico. Pero ya no es así, cada vez es menos así, cada vez es más "scripta volant", lo escrito vuela. Lo que hoy vemos en Internet es mucho más que un libro electrónico; ya no se trata de una copia del habla, de las palabras ...